lunes, 29 de marzo de 2010

Capitulo 1. Comienzo tenebroso

Mis padres son unos de los abogados más exitosos en Los Ángeles. Nunca pasan tiempo en casa con mis hermanos y conmigo, mi hermana mayor tiene 25 años y estudia leyes o al menos eso es lo que dice, si alguien conoce la vida nocturna en Los Ángeles, esa es Grace. Después estoy yo, una chica de 17 años que estudia en un colegio con un montón de niños mimados y mi hermano Ryan un chico de 13 años creyendo que es John Lennon y que algún día será igual a él. Nací en Londres y vinimos a vivir aquí cuando le ofrecieron un empleo a mis padres cuando tenía 8 años, fue un gran cambio pero no pude quejarme, ya que vivir en los Estados Unidos fue lo mejor que pudo haberme pasado, me gustaba mi vida en Londres ya que tenia absolutamente todo lo material que cualquier niño deseara pero no contaba con ningún amigo o peor aún, con mis padres. Mi hermana tiene su propio departamento por lo cual casi no la vemos dejándome sola con mi hermano aunque este se la pase encerrado en su recamara. Soy una de las chicas que cuenta con el mayor numero de ceros en su cuenta bancaria y también…la más rara.
Vanessa Williams( Nessa) y Suzanne Bellamy (Suzy), mis mejores amigas, las tres raras del mejor colegio en todo Los ángeles. También esta la que alguna vez lo fue Melicia Wentz.

Esa mañana de lunes todos me miraban y esperaba que todos se me echaran encima a la hora del almuerzo. No es que nadie nos hablara, mientras que contáramos con una gran cuenta bancaria todo era perfecto para todos. Trate de cubrir un poco mi brazo pero la marca de dedos aun continuaba en mi brazo.
- Las veo en la cafetería.- les comunique a mis amigas que solo asintieron.
- ¿A dónde vas?- pregunto Nessa.
- Solo voy al baño.- dije dando la vuelta y comencé a caminar.
Camine por los pasillos hasta llegar al baño que se encontraba casi vacío, como cada mañana me delinee perfectamente mis ojos y respire profundamente, antes de salir. Después de observar por unos segundos a una chica pálida con largo cabello negro en el espejo, camine hacia mi destino.
Al entrar en la cafetería como esperaba todos se arremolinaban cerca de nuestra mesa esperando a la chica que había sido atacada la noche anterior cerca de un bar.
- ¡Kat! Tienes que contarnos todo lo que sucedió.- inquirió curioso Ben.
- Basta ya les dije que está un poco…-Suzy dijo tratando de ayudarme.
- Estoy bien, no fue nada.- me limite a contestar sentándome junto a Nessa.
- No fue nada.- dije fríamente nuevamente.
- Dijeron que trataban de secuestrarte.- insistió Ben.
- Yo escuche que fue solo un intento de robo.- dijo Jason.
- Si, fue eso.- me limite a contestar antes de que siguieran inventando chismes.
- ¿Y? lo viste.
- No, huyo antes de que la policía llegara.
- Tuviste suerte pudo haberte matado.- dijo otro de los chicos.
- Solo trato de sacarme dinero supongo, fue muy rápido. Creo que se trataba de un drogadicto simplemente.- no me molestaba contestar pero pensar que pudo haber pasado algo peor me ponía más nerviosa de lo que estaba
- Que lastima pensé que se trataba de un gran plan por secuestrar a una de las chicas más ricas del colegio.- decepcionado dijo Jason antes de irse.
- Nunca sucede algo interesante en este lugar.- se quejo otro.
- Ya escucharon, ahora fuera todos de aquí.- grito Nessa empujando a medio mundo.
Después de que todos se fueran solo observe a mis amigas comer en silencio, no me habían preguntado exactamente lo que había sucedido pero sabía que se morían por saberlo, ni yo misma quería recordarlo.
- Hola Kat.- Melicia apareció repentinamente como de costumbre.
- Hola Mel.- salude alegre de verle.
- Espero que estés bien, escuche lo que sucedió.
- Gracias, solo fue un intento de robo. La policía llego rápidamente.
- Me alegro, si necesitas algo no dudes en llamarme, sabes donde encontrarme.
- Gracias.- respondí.
- No piensas buscarla ¿Cierto?.- pregunto Suzy.
- ¿Cierto?- inquirió Nessa.
- No.- respondí automáticamente.
Melicia fue una de las pocas personas con las que podía desahogarme sin problemas pero después de lo sucedido todo cambio. Ella estaba enamorada de Kristian, pero él me prefirió a mí. Insistí una y otra vez para que Kristian me dejara en paz pero nunca lo hacía. Milicia nunca creyó que yo no sentía nada por él, pero aun así ella se enfado conmigo sin tener yo la culpa. Estuvimos distanciadas por un año, entonces Cristian murió en un accidente de auto. Trate de acercarme a Melicia pero cambio demasiado, se aisló por completo de todos. Desde entonces solo nos limitamos a saludarnos ocasionalmente, es un gran avance.
- Te vemos mañana Kat.- dijeron mis amigas cuando Nessa me dejo en casa después de la escuela, querían salir pero dije que me sentía un poco cansada debido a que no había podido dormir. En realidad no era mentira ya que cada vez que cerraba los ojos lo veía a él. Nunca sabría su nombre, al menos que la policía lo atrapara pero cuando ellos me preguntaron su descripción respondí lo mismo.
- No lo vi bien, fue muy rápido.- respondí rápidamente aun temblando del miedo cuando el par de policías que me encontraron me interrogaron en la estación de policía.

- ¿Está segura?- pregunto uno de los policías.
- Completamente, estaba muy oscuro.
- Porque salió sola.- dijo su compañero
- Quería caminar un poco.- conteste con la verdad.
- Era un lugar muy peligroso.
- Lo sé, pero no me sentía del todo bien.
Eso también era cierto, esa noche me había sentido como asfixiada en el bar por eso decidí caminar sola a casa sin mis amigas. Comencé a recorrer sin rumbo alguno por los callejones del lugar. No los conocía muy bien pero aun así lo hice sin saber lo que me esperaba. La luna era lo único que alumbraba el lugar y el viento era el unció sonido que se podía escuchar. El camino se cerraba frente a mí y me gire para regresar pero todo cambio cuando una sombra me impidió el paso. Un vagabundo tal vez, trate de darle la vuelta pero este comenzó a seguirme, camine mas y mas rápido hasta que este me alcanzo y me sujeto del brazo.
- ¡Suélteme! Que es lo que quiere.- luche contra el gran sujeto que media cerca de los 1.80 y vestía completamente de negro cubriendo su rostro con una gorra.
- ¡Ayúdenme!¡Suélteme!.- grite nuevamente tratando de soltarme pero este no se movía siquiera
- No tengo dinero, no tengo nada, déjeme en paz. Que es lo que quiere.- el miedo recorría mi cuerpo mientras que el hombre seguía inmóvil sujetándome fuertemente, mi brazo dolía, dolía mucho mientras su puño frio se cerraba sobre mi muñeca. Este se acerco hasta mi rostro cuando un frio corrió mi cuerpo, recorrió mi rostro casi sintiendo el rose de sus labios y susurro…
- A ti.- dijo este y grite nuevamente tratando de soltarme, logre quitarle la gorra que llevaba puesta. El hombre me soltó de inmediato tratando de ocular su rostro pero era demasiado tarde, lo había visto. Unos grandes y hermosos ojos verdes me miraban, una piel pálida brillaba bajo la luna, y un cabello largo, sedoso y negro quedaron frente a mí, mirándome fijamente, incluso con el mismo terror que yo también sentía en esos instantes.
Patrullas llegaron rápidamente iluminándolo por completo. Si no hubiera tenido tanto miedo pude haber pensado que era el chico más guapo que jamás hubiera visto, con apariencia gótica y muy cerca de mi edad comenzó a correr, aunque tropezó con los botes de basura continuo corriendo, era muy fuerte y alto, llevaba una camisa negra ajustada con la cual podía ver sus músculos tensándose y tenía varios tatuajes. Continúo corriendo hasta desaparecer en la oscuridad. Esa noche, la peor de toda mi vida lo había visto por primera vez, frente a mí.
Si, no era la primera vez que lo había visto anteriormente en mis sueños lo vi. E escuchado que en ocasiones sueñas con alguien y al día siguiente o al menos uno no muy lejano lo conocerás.
Exactamente ese no es mi caso, cuando cumplí 16 años hace casi más de un año esto comenzó.
Era justo la noche de mi cumpleaños. Había decidido hacer una pijamada con Mel, Nessa y Suzy, cuando mi pesadilla comenzó.
El olor de los árboles y la naturaleza estaban por doquier. No me sentía muy bien cuando salí de esa una pequeña casa, comparada a la mansión en donde vivía, era diminuta.
Comencé a caminar sin saber a dónde cuando…

- ¡Ah!- grite espantada cuando un perro se me arrojo encima.
- Lo siento.- se lamento el chico, el chico que me había atacado en el callejón del bar. Era realmente guapo, nunca había visto nadie parecido a él. Continúe caminando hasta llegar a un gran campo donde solo había un gran árbol, era muy hermoso y me dirigí asía allí. Y estaba el nuevamente, extendiendo su mano hacia mí.
- Hola.- me dijo este con una singular sonrisa y una mirada llena de ternura.
- Hola.- conteste nerviosa sentándome a su lado y me abrazo.
- Sabes que te amo.- comenzó a decir este, no sabía que contestar, salir corriendo era mi única opción pero no podía, me encontraba atrapada entre sus grandes brazos.
- Siempre estaremos juntos…- se acerco lentamente, sus labios cerca de los míos cuando…
Una chica rubia y otra con cabello castaño llegaron hasta a mí gritando.
- El siempre no existe.- dijo la rubia.
- Pero si el adiós.- dijo la chica con cabello castaño, ambas se arrojaron sobre nosotros y empezaron a golpear al chico. La mirada de ambas estaba llena de odio y sus ojos rojos. No podía gritar ni defenderlo, no podía hacer nada.
- ¡Ah! – grite asustada y eufórica despertando a mis amigas.
- ¡Kat! – grito Suzy.
- ¡Katherine estas bien!- dijeron Mel y Nessa abrazándome
- ¿Qué sucede?- pregunto Mel.
- Tuve, tuve una pesadilla.- respondí titubeante.
- Calma Kat, solo fue una pesadilla.- me tranquilizo Suzy.
- Si, esta bien.- respondí aun temblando.
A partir de esa noche de 9 de septiembre mi vida empezó a tener un cambio radical. Perdí a Mel, una de mis mejores amigas y comencé a tener la misma pesadilla cada mes desde mi cumpleaños. Era la misma con ese chico, el chico que me había atacado en el callejón.

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