lunes, 24 de agosto de 2009

Capitulo diecinueve: Viento

El resto del domingo la pase con mi familia, mi madre había hecho según ella una comida especial y había invitado a Yu. No podía negar que la pase bien, me gustaba ver la alegría del rostro de Yu al compartir la mesa con una “familia unida”. Al terminar de comer acompañe a Yu hasta su casa cual fue nuestra sorpresa al ver a sus padres que acababan de llegar.

- Papa, mama que hacen aquí?-pregunto Yu soltando mi mano y acercándose a sus padres.
- Esta es nuestra casa hijo, que crees que podamos hacer aquí- respondió su padre. Su madre inmediatamente noto mi presencia e hizo una señal al padre de Yu que también me miro. Yu noto lo que sucedía y se acerco a mi.
- Ella es…
- Kim, la vecina.-dijo su padre.
- Será mejor que entremos- índico su madre abriendo la puerta. Yu y yo entramos, me sentía extraña al sentarme en el sillón con Yu mientras que su padre y madre se sentaban en otro. Suponía que algo parecido había experimentado Yu al conocer a mis padres.
- Y cuéntanos Kim. Cuantos años tienes?- pregunto la madre de Yu de una forma algo extraña.
- Acabo de cumplir 16.
- Eres una chica muy bonita- dijo el madre de Yu.
- Muchas gracias señor.-conteste.
- Puedes decirme Robert o como tu gustes y claro que a mi esposa la puedes llamar Sonya.
- O Sra. Phoenix como prefieras- bromeo la mama de Yu o Sonya.
- Pero que descortés, deseas algo de tomar?-pregunto Sonya Phoenix levantándose.
- No gracias, estoy por irme solo acompañe a Yu hasta aquí.
- Papa, mama ella es mi novia.-dijo muy de repente Yu.
- Gracias por decirnos Yu, pero creo que es algo lógico por la forma en que la vez-. Dijo su padre que era al parecer muy directo.
- Robert- dijo la mama de Yu dándole un pequeño golpe a su esposo.
- Se nota que eres una buena chica Kim, espero que estés bien con Yu, es muy testarudo.
- Tiene un gran hijo…Robert.-conteste algo apenada.
- Espero que ahora si se olvide de que esta enfermo de algo-dijo su papa levantándose del sillón.
- Que nunca me creas es muy diferente, Robert-contesto algo enfadado Yu.
- Es la edad Yu, entiéndelo. Además estas por cumplir 18. Eres un hombre…-dijo su papa subiendo las escaleras.

La mirada de Yu fue directa al suelo y solo me dedique a abrazarlo. Fuimos hasta su habitación en la piscina y no pude evitar preguntar.

- ¿Yu en donde esta tu perro Tom?
- Lo mande a la veterinaria, se había estado comportando de una forma muy extraña últimamente.
- Pobre, espero que no sea nada grave.
- No tiene nada, solo que siempre que trataba de acercarme empezaba a ladrarme como si no me conociera.
- Que extraño.
- Si, por eso decidí mejor dejarlo en la veterinaria. Haber que pasa después.

Esa tarde fue de lo mas extraña ya que conocí a sus padres. Después fui a mi casa. A la mañana siguiente me sentía un poco diferente. Pensé que tal vez seria que ahora tenia 16 años pero no, el resto de la mañana empecé a sentir mareos y nauseas, no vi a Yu por la mañana por lo que me tuve que ir sola al colegio.


Mientras mi relación con Any por decirlo de alguna forma estaba muerta. Mi presencia en este mundo no significaba nada para ella, suponía que ni siquiera recordaba que había sido mi cumpleaños. Avanzando entre los alumnos para mi última clase lo cual era un alivio ya que significaba estar cerca de Yu ya que no lo había podido ver el resto del día.

- Corre! Corre!- empecé a escuchar a los demás alumnos.
- Sabia que era rara, pero esto…- decía uno detrás de otro.
- Dicen que es una drogadicta- respondió otro.
- Si, junto con los demás raros nuevos- contesto uno mas.
- Que es lo que le sucede al mundo con estos tipos?
- Si, cada vez llegan más.

No entendía muy bien a quien se referían pero solo sabía que hablaban de los nuevos, Ayu, Bren y Kiro.

- Mira ahí esta su amiga- dijo uno con repulsión mirándome.
- Si, mejor vámonos, no se nos pegué lo raro- dijo entre risas mientras que su acompañante reía.

Todos se dirigían al auditorio, un gran edificio situado en la parte trasera del colegio. Estaba cerrado porque lo habían estado reparando desde hace meses.

- Esto va a ser bueno!- dijo corriendo Lily.
- Que sucede?- dije sujetándola del brazo.
- Que les pasa a las raritas de por aquí! Suéltame!
- Que sucede Lily?
- Tu amiguita esta en el techo del auditorio.
- Que! Pero…pero que hace ahí?
- Yo que voy a saber!- dijo mientras continuaba su camino hacia el auditorio, todo el colegio se dirigía al auditorio y así que yo también hice lo mismo
Todos estaban arremolinándose en la entrada del auditorio pero estaba cerrada, un profesor se acerco a los alumnos…

- Que sucede aquí! Vuelvan a sus clases!- ordenaba a gritos
- Esta loca!- reía un chico
- Quien esta loca joven?
- Esa chica!- decía apuntando hacia arriba…
- Que?- dijo mirando a donde apunto el chico.
- Señorita Ross! Que hace ahí arriba? Baje de inmediato!- contesto el profesor que al parecer contaba con una excelente vista.
- Aaaah!!- gritaron todos cuando Any se acerco a la orilla del precipicio pero ella miraba al frente como si quisiera volar. Porque estaba haciendo eso Any! No entendía nada! Porque nadie hacía algo para bajarla de ahí, donde estaba su “amiga” Ayu o Kiro…alguien! No podía ni moverme de donde estaba, me encontraba congelada ante la idea de que Any se aventara y que…
- Any…- dije casi en un suspiro
- Sabes…dicen que nuestro destino fue diseñado especialmente y que nada ni nadie puede cambiarlo. Necesitas ser muy poderoso para cambiarlo…Kim
- Kiro!- grite alejándome de el
- Any…tengo que hacer algo!- grite histérica.
- No puedes, el daño esta hecho.
- De que me hablas?- conteste aun mas histérica si es que era posible. Kiro solo me guiño un ojo y se fue.
- Any!!!- grite como loca atrayendo la atención de todos pero al parecer la de Any no. Any con un vestido desgarrado color negro, botas de combate, el viento en el rostro del lado contrario como impidiendo su caída…
- Any! Que te pasa! Baja de ahí!- gritaba histérica y llorando…
- Señorita Manson, puede decirle a su amiga que baje de ahí, que esta intentando hacer
- Que no ve que eso estoy haciendo!- conteste al profesor…
- Creo que es algo lógico no. La chica siempre a estado loca, no le queda mas que matarse- dijo fríamente Lily
- Cállate!- le ordene gritándole en el rostro
- Aaaah!- volvieron a gritar todos cuando Any dio un paso al frente y su pie quedo sobre el aire…
- Any!!!- grite histérica llorando desenfrenadamente. ¿Que sucedía? Porque estaba haciendo esto! Porque nadie la detenía y en donde estaba Yu? Dicen que cuando estas a punto de morir ves recorrer toda tu vida ante tus ojos pero en este caso yo vi recorrer nuestras vidas ante mis ojos…desde el momento en el que la conocí…

- Oye niña ese es mi lugar!- dijo Any con su vocecita, teníamos apenas 5 años…
- Que? Te fuiste así que aquí voy yo!
- No! Quítate!- decía la pequeña Any empujándome.
- Noo! Aaaah!- grite cayendo de las pequeñas sillas donde nos sentábamos, me había golpeado una rodilla y tenia una gotita de sangre.
- Uhh! Perdón- dijo Any mirándome la rodilla sangrante.
- No quiero ver!- grite llorando.
- Es solo sangre!- rió Any.
- No me gusta ver sangre, me da miedo u.u
- A los vampiros nos gusta la sangre!- dijo con una pequeña sonrisa en los labios.
- Que?
- Si, vampiros. No los conoces?
- No.
- Son los mejores seres, yo soy uno pero mi papa vampiro me abandono con una humana así que ahora tengo que vivir con ella.
- De verdad!?- dije ahora sonriendo olvidando mi rodilla sangrante
- Si!

Desde aquel momento Any me mostró el mundo donde me gustaría vivir, aunque al paso de los años nos dimos cuenta de que nunca podría hacerse realidad, nos gustaba vivir en la fantasía de que algún día nuestro vampiro nos secuestraría, nos mordería y viviríamos juntos por la eternidad…Teníamos 9 años, sabíamos que los vampiros no existían…

- Nunca vamos ser vampiros Any. No viviremos para la eternidad.
- Tal vez no seamos vampiros Kim, pero algo que si es verdad es que nosotras vamos a ser amigas para la eternidad.
- Pero como, vamos a morir u.u
- Pero nuestras almas siempre van a estar juntas, siempre seremos amigas, te lo juro! Vamos a hacer algo…- dijo Any mirando hacia todos lados.
- Que…-dije sollozando.
- Un pacto de sangre, lo eh visto en películas…solo tenemos que cortarnos con algo y tomar una gota de sangre de la otra y así estaremos juntas para la eternidad
- Pero…va a doler?
- Ya no llores, siempre estaré para cuidarte.
- Esta bien- conteste alegre, Any encontró una piedrita y se corto un dedo.
- Ahora tu- dijo entregándome la piedrita.
- Hazlo tu, no puedo.
- Esta bien- Any tomo la piedrita y corto mi dedo.
- Ah…-me queje solo un poco, no había sido tan doloroso como pensé que seria…
- Ahora! Toma mi sangre antes de que seque!- Any tomo mi dedo y lo lamió y yo hice lo mismo con el suyo, el pequeño dolor que sentía rápidamente desapareció…
- Ahora siempre estaremos juntas! –dijo Any contenta abrazándome
- Nunca te voy a faltar Kim- dijo Any.

Con un pie en el precipicio, avanzo un paso mas y…

- Any!!!- grite mientras veía caer a mi amiga desde el techo!
- Kim! No!- sentí que alguien me tomo por atrás y tapo mis ojos
- Any!- solo lloraba
- Kim…yo…lo siento- decía la dulce voz de Yu apareciendo detrás de mi cubriendo mi rostro con sus brazos.

- Any!-dijo Yu apareciendo detrás de Any
- Yu? Que haces aquí? Como subiste?
- Esa misma pregunta debería de hacerte yo.
- Lárgate!
- Any que estas haciendo? Que sucede?
- No es de tu incumbencia!
- Claro que si! Eres amiga de Kim y todo lo que le afecte a ella me afecta a mi también…me duele verla así, me duele verte así. Te conozco desde el jardín de niños y yo se que nunca intentarías algo así, eres fuerte Any!
- Yo también pensé lo mismo- dijo Any mirando al frente.
- Alguna vez escuchaste que el destino fue hecho mucho antes de que nosotros naciéramos?
- Si, pero al parecer tu no escuchaste que se puede cambiar, cada uno de nosotros cambia el destino, a veces solo depende de si hacemos cosas buenas o malas…eso significa que yo eh hecho cosas muy malas…
- Any! Por favor! Tu sabes como se va a sentir Kim si tu…
- Es lo mejor, para las dos, para todos…Lo estoy haciendo por su bien…
- Su bien? Pero no, deben de estar juntas Any!
- Esto es un gran sacrificio aunque no lo creas, el tiempo contara la historia…
- De que hablas…
- Dile que cada vez que sople el viento yo estaré ahí para protegerla. Que aunque no este a su lado, siempre pensare en ella…siempre.
- Any…!

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