domingo, 29 de noviembre de 2009

27. Innocent

El siguiente paso era…acudir al bar, estaba decidida a descubrir lo que sucedía, lo que había sucedido con Any. Todos los años de amistad que había pasado callada ahora valían la pena, sentía el valor de Any incluso el doble de su fuerza.
Después de estar con Bren en el colegio regrese a mi casa.
El viento soplaba y sabia lo que sucedía pero ahora había algo diferente, el remolino de hojas siempre me rodeaba pero esta vez me llevaba por un sendero hacia el bosque…empecé a seguir el camino algo desesperada sin saber a donde me llevaría. Sentía algo diferente no era lo que acostumbraba hacer la presencia de Any pero no podía parar, debía seguir. Tropecé un par de veces pero continué, gemí de dolor al caer sobre mis rodillas raspándome los codos, chille un poco pero en ese bosque…mis gemidos no era lo único que se escuchaba, se escuchaba alguien que en verdad estaba sufriendo, continué caminando y entonces…encontré a mi ángel de la oscuridad llamado, Yu.

¿Que demonios estaba haciendo ahí?
Solo llevaba puesto unos shorts, su cabello estaba sucio al igual que su cuerpo, de pronto empezó a moverse de un lado a otro como si estuviera sintiendo que alguien lo observaba pero yo seguía detrás de unos árboles en el bosque, de pronto salto y salio corriendo rápidamente, salí de mi escondite y trate de seguirlo pero había desaparecido.
¿Que demonios sucedía? Sin saber que hacer asustada regrese a mi casa.
Me encerré en mi recamara sin entender en lo absoluto lo que acababa de ver…

- Entiende Kim, no puedes!
- De que hablas! No te entiendo Any.- decía llorando.
- Sabes lo que sucede, desde hace tiempo lo sabes porque te engañas a ti misma.
- Lo amo, entiendes! Lo amo!
- Lo se.- contesto acariciando mi rostro mientras permanecíamos en la ventana de mi habitación, la luz de la luna caía delicadamente en el rostro de Any y yo permanecía a su lado llorando sintiendo un inmenso dolor en mi corazón combinado con gran confusión.
- Siempre estaremos juntas, lo sabes pregúntale sobre mi, pregunta cuando fue la ultimas palabras que cruzamos.- contesto Any besando mi mejilla.
- Any
!-desperté gritando en mi cama, la ventana estaba abierta y aun podía sentir la presencia de Any en mi habitación. Estaba apunto de amanecer así que decidí darme en baño, me puse un vestido color blanco de murciélagos y mis botas de combate.
- Kim!- grito mi padre mientras entraba a la cocina por un vaso de leche.
-¿Que?
- Bueno yo...quería hablarte sobre algo.
- De que se trata Sr. Manson.- respondí algo fastidiada imaginando el sermón que mi padre me daría.
- Kim por favor, soy tu pare.
- Papa, por favor. ¡Dime!
- Sucede algo con Yu?
- ¿Que?-pregunte algo desconcertada.
- Hace días que no lo veo y según tengo entendido su padre dejo el hospital.
- Bueno pues…sus papas se fueron de crucero y respecto a Yu…
- Te hizo algo Kim!
- No papa, por Dios que dieses. Es solo que esta enfermo.
- Oh, bueno dile de mi parte que espero que pronto este mejor. Te vez tan triste estos días.- decía mi padre acercándose y dándome un abrazo.
- No crees que tenga otra razón para estar así?- pregunte recordándole a mi padre la muerte de mi mejor amiga.
- Bueno si, pero la muerte es algo que se supera pronto, además siendo tú imagine…
- Pues no es así, Any era mi mejor amiga.
- Mira como termino Kim, tal vez fue lo mejor si a ti te pasara algo…
- ¡Si no amanezco aquí un día, no creas que estoy muerta, solo me fui por mi propio pie, si no encuentran mi cuerpo no dudes que seré feliz!- grite con furia saliendo de la casa.

Mi mente seguía en un gran caos y ahora me sentía mal por la forma en la que le había hablado a mi padre pero esas palabras no eran las únicas que sonaban en mi cabeza, las palabras de Any eran mucho más poderosas…
- Sabes lo que sucede…Podría ser verdad, la primera vez que fui a casa de Yu y vi sus cuadros, la escena de mi pesadilla, los cuadros que Kiro también tenia en el bar. No sabia que pensar, en verdad Yu tenia que ver con todo lo que sucedía, que fue lo ultimo que se dijo con Any. Necesitaba aclarar tantas dudas y no tenia a nadie con quien acudir, Bren podría ser pero no estaba completamente segura de lo que mi mente estaba tratando de decir, todo era tan confuso.

Cuando llegué al colegio me sentía tan extraña que incluso los demás lo notaban todos me miraba de una forma extraña, mas de lo normal. Busque a Bren pero no lo encontré así que la mayor parte del día la pase de clase en clase sin saber que era lo que hacia o decían los profesores, no tenia ganas de permanecer ahí y decidí saltar mi ultima clase, artes. En el salón no estaba Bren solo estaba Lily así que me di media vuelta y…
- Hola.- me saludo con una gran sonrisa. Lo miré fijamente, con los ojos muy abiertos, la expresión de alguien abrumado por alguna emoción, miedo, esperanza, tal vez. Pasión, asombro.
- No, no, no!-Me decía a mi misma, teníamos que hablar por lo que había visto pero vi mi gesto reflejado en el suyo, no era miedo, era el profundo amor que le tenia lo que reflejaba y cuando se agachó para besarme, le devolví el beso, cosa que no pensaba hacer pero el placer que me provocaba era infinito sentir su lengua introduciéndose delicadamente en mi boca, sus labios acariciando los míos mientras sus manos me aferraban con fuerza contra él era algo que extrañaba de Yu. Era una sensación que nadie más me podía otorgar, aunque Any o lo que fuera me lo impidiera no podía obedecer, mis sentimientos eran aun más poderosos.
- Te extrañe.- me dijo al fin de que sus labios se separaran de los míos pero aun mantenía mi cuerpo pegado al suyo. No sabia que decir me quede petrificada en sus brazos, lo había extrañado demasiado que no podía ni hablar, algunos nos miraban extrañados pero callaron sus críticas pues era claro que lo único que sentían era envidia, la belleza de Yu resplandecía que incluso podía cegar aunque el día estuviese completamente nublado.
- Te amo.- le dije al fin apoyándome sobre su pecho.
No había duda, lo amaba incluso más que a mi vida y lo necesitaba desesperadamente. La hora me había parecido infinita ansiaba estar entre los brazos de Yu nuevamente, de sentir sus labios rozar con los míos; entregarme a el por completo.
Podía decir que mi confusión había desaparecido pero no era así, la noche anterior Yu se veía tan mal y ahora…

- ¿Sucede algo?- pregunto Yu cuando había terminado la clase.
- ¿Qué? No.-conteste aturdida.
- Te extrañe tanto Kim.- índico Yu cuando empezamos a caminar fuera del colegio. No sabia que contestar me encontraba atrapada entre un gran desconcierto y el gran amor que sentía por Yu. Pero con Yu a mi lado lo único que podía pensar era en lo tanto que lo amaba, lo tanto que deseaba sus besos, caricias, con su saco, sus jeans y sus botas negras, su cabello perfecto, su piercing en el labio lo único que podía decir…
- Yo también te extrañe mucho.
- Y ahora no nos separaremos nunca más.

En momentos como esos no podía explicar todo lo que sentía, su mirada era tan tierna y sincera que me confundía todavía más, era como si la noche anterior jamás hubiese existido y Yu siguiera siendo el mismo y no ese chico perturbado que había visto.

- Ven, vamos tenemos que ir a casa, tienes que ver lo que creé en estos días.- continuo diciendo Yu, caminamos lentamente hacia su casa y todo permanecía en completo silencio…
- ¿En donde esta tom?- pregunte ante la ausencia de el perro de Yu.
- Recuerdas que lo mande con el veterinario porque se estaba comportando extraño y hace un par de días me llamaron para avisar que se había escapado y no lo han encontrado.
- No es el único que se comporta extraño.- dije casi sin mover los labios.
- ¿Qué?- inquirió Yu.
- Perdón.- alegué desconcertada.
- Dijiste que no es el único que se comporta extraño.
- Yo no dije nada.- respondí haciéndome la inocente.
- Te escuche perfectamente.
- Pues tu mismo me habías dicho que te sentías extraño, que escuchabas cosas, que sentías que alguien te vigilaba.
- Bueno creo que exagere un poco.
- ¿Estas seguro?
- ¿Estas tratando de decirme algo?
- Creo que el único que tiene que decirme algo eres tú.
- ¿De que hablas Kim?
- Puede que te suene algo loco pero…en estos momentos no estoy segura de nada, recuerdas la primera vez que vine a tu casa.
- Claro, como olvidarlo.- contesto Yu con una sonrisa.
- Las pinturas que tenias, te dije que yo había soñado eso. ¿En donde están?
- ¿Qué? Las deseche creo, pero eso…
- ¡Porque pintaste eso!
- No lo se, no lo recuerdo…
- Por favor Yu como no lo vas a recordar
- No lo se, me entiendes no lo se!- grito enfadado asustándome un poco.
- Yo tampoco entiendo muchas cosas sabes.- conteste sentándome a la orilla de su cama.
- ¿Cómo que?- alegó mirándome de una forma extraña.
- Mis sueños son, no eres el único que se siente así.
- ¿De que hablas?
- En ocasiones veo a Any.
- ¿A Any?
- Si, a veces la puedo ver pero no parece ser ella.
- Entonces no es ella, solo es…
- ¡No! Es Any, es ella. Me llama por mi nombre y a veces también la veo en mis sueños y me habla, me habla de ti.
- ¿De mi?
- Si, dice que tienes algo que decirme. Lo ultimo que hablaron
- Que, pero yo…
- Que fue de lo que hablaron Yu.- dije tratando de contenerme.
- No, no es importante.
- ¡Lo es para mí!
- Yo, yo estaba con ella en el momento en el que se suicido.
- ¿Pero como? Ella estaba sobre el…
- En el techo del colegio.
- ¡Que! ¡Estabas con ella y no hiciste nada!
- ¡Intente persuadir en ella pero fue imposible!
- Porque nunca me dijiste nada Yu.- decía completamente aturdida imaginando tal escena.
- Porque sabia que reaccionarias así.- contesto abrazándome.
- ¡No! ¡Aléjate!- grite eufórica.- Tienen razón.- dije con la mirada perdida.

Tal vez era cierto que también había algo extraño en Yu después de todo eran muy extrañas las circunstancias en las que terminamos juntos sin olvidar todo lo que cambio estando juntos. Ahora no tenía en nadie en quien confiar a excepción del espíritu de Any. Pero ahora estaba mucho mas intrigada por los cuadros, necesitaba respuestas urgentes y solo podía encontrarlas en el bar de Kiro. Tenia que recordar las palabras exactas de Kiro al hablar con esas personas aquella vez que me escabullí hasta ese lugar, pero mi mente estaba en blanco, como Any había dicho lo sabia desde hace mucho tiempo pero había mantenido mi mente cerrada y lo único que estaba haciendo era tratar de engañarme a mi misma…

- ¿Kim te sientes bien?
- Tengo que irme.
- ¡No! Espera.- contesto interponiéndose en la puerta.
- No quiero que estés enfadada conmigo.
- Yo, no…
- Por favor.- dijo con una mirada de arrepentimiento.
- No lo estoy.- conteste al fin, Yu se aparto de la puerta con una mueca pues sabía perfectamente que había algo más.
- Esta bien, solo quiero que sepas. Puede que sea verdad, cada vez que sople el viento estará Any contigo, que aunque no este a tu lado siempre cuidara de ti.

Solo lo mire una vez mas desconcertada y salí de su habitación. ¿Esas habían sido las ultimas palabras que se dijieron? No sabia que creer, confiaba en el amor de Yu pero Any siempre había sido mi mejor amiga y ahora muerta lo seguía siendo, había cumplido su promesa de siempre ser amigas.

1 comentario:

  1. Hey , que paso estab genialisima tu historia , porque la dejaste asi , continuala PORFAVOR no me dejes con las ganas de saber que va a pasar con todos

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